NETFLIX, NADA ES PARA SIEMPRE

Esta semana se entregó el reporte trimestral de Netflix para sus inversionistas y el resultado fue catastrófico, quizá, no solo por los resultados financieros, sino por la percepción de que ya no es el gigante preponderante en el mercado de entretenimiento por streaming.

El desplome de las acciones obedece a que en el reporte trimestral se registra la pérdida de 200,000 suscriptores en la plataforma a lo largo del mundo.

Hay 3 razones principales de estos malos resultados:

1.- La restricción de compartir la cuenta.

Netflix adoptó una política restrictiva que limita lo que muchos amigos y familias hacen, que es compartir la cuenta. Esto hizo que algunos suscriptores migraran a plataformas que si les permiten compartir cuentas mientras que otros optaron simplemente cancelaran sus suscripciones.

2.- El fin de la pandemia.

Al estar menos tiempo en casa, muchas personas cancelaron algunos de sus servicios de streaming; ya que se volvió para algunas familias un gasto exagerado al tener demasiadas plataformas y ahora solo se conserva la que más se usa o la que tiene la serie “de moda”.

3.- La falta de éxito en sus producciones originales.

No han vuelto a tener un hitazo como los de años anteriores, no hay un House of cards, ni una ganadora del Óscar, como en años pasados. 

Soltaron las producciones de calidad; esos éxitos que hicieron temblar a los grandes estudios, para ir por la producción en serie que les da mucha variedad a su audiencia pero le resta calidad a sus contenidos. Algunos aluden a la competencia y sí, puede ser un factor pero es secundario. 

Y aquí la GRAN moraleja de esta historia:

Normalmente la caída de un gigante o el daño a la empresa siempre viene de adentro y no de factores externos.